cols="40" rows="2">

amigos

Amigos hoy les presento un blog no muy alentador ya que estas ultimas horas me estuve sintiendo mal. Un malestar estomacal como cualquiera pero me tiene de cama. Las cuatro aberturas de las rodillas estan sanando y hoy me trajeron una silla de ruedas nueva para poder mmanjarla sola. Paro unos minutos a pensar. Casi 3  años han pasado de una pesadilla que parece ser interminable. Mientras tantos algunos se graduaron, otros se casaron y demás.Pero no lo veo como una pérdida. Sino como un gran aprendizaje. Ayer debatiendo con la psicóloga surgió el tema de cuando sea el momento de volver a Buenos Aires y ella me preguntaba cómo iba a ser mi reacción frente a mis amigos más cercanos. Yo le dije que lo que menos me preocupaba era saber que se habían graduado o que ya estaban trabajando sino que sentía que más allá de los libros que puedan haber leído o los números que puedan haber trabajado, la que realmente iba a sobresalir era yo. Hasta me planteó que quizás me parezca que me hablan estupideces y no es por creerme más que los demás, pero después de lo que pasó por enfrente de mis ojos, por la piel de mi cuerpo, por mi espíritu . . . ellos nunca podrían entenderlo.
También analizamos sobre la gente que había conocido durante este tiempo y fue ahí que logré darme cuenta lo mucho que gané. El amor me llegó hasta en mis peores días internada. Y me lo hacen llegar todos los días. Quizás era el destino.

Actualización

La operación fue un éxito pero lamentablemente estoy vendada de los pies a la cintura por 4 semanas más. No puedo caminar ni tocar el piso y todo lo hago con ayuda de aparatos especiales como andaderos e inodoros portátiles. Gracias a Dios hace unos días me sorprendió mi prima con su visita. Es bueno no sentirse tan sola. Empecé terapia y espero que eso me ayude a salir de la depresión que hoy ocupa mi espíritu. Luego de haber sido dada de alta, me encontré con este imprevisto que todavía no me dejo caer en la realidad, que me curé. Pocos días después de mi rehabilitación tengo que viajar nuevamente a minnesota a hacerme un nuevo estudio. Estoy segura de que todo esta igual o mejor que antes. Se que este blog no es muy optimista  pero sepan entender mi actual situación. Todavía no puedo disfrutar las buenas noticias que recibí en minnesota.

Estás viva...

Ayer visité a un cirujano ortopedista para discutir sobre la operación de rodillas. Como con todo médico nuevo tuvimos que discutir primero mi historia clínica. Cansada, con mi pañuelo en la cabeza y mi barbijo puesto escuchaba cómo mi papá le contaba por todo lo que habíamos pasado y el médico me dijo y es por eso que estás viva! Tu estás viva y es increible!. Cuando me dicen algo así por un lado no entiendo y por el otro me da miedo, como si sintiera que debería estar muerta. Las personas que me conocen me dicen todo el tiwmpo que nunca vieron a alguien luchar así. Si miro para atrás y recuerdo cada hecho de estos ultimos años, quizás yo también me sorprenda. Pero después pienso... es meritorio lo que hice? o es simplemente mis ganas de sobrevivir. Una persona que se esta ahogando lucha hasta el final para salvarse. Yo no puedo abandonar todo sabiendo que todavía tengo chances. No puedo quedarme sentda y no ir a hacerme la quimio o no considerar algo como el transplante. Obvio que muchas veces me senté y dije basta pero no me duraba ni dos minutos porque no puedo rendirme al menos que ya no tenga armas. Igualmente no juzgo al que lo hace. En momentos de sufrimiento, de dolor, donde sentís que la enfermedad te está ganando lo único que uno quiere es estar en paz y sin darse cuenta se dejan ir. Yo lo pensé un par de veces internada pero gracias a Dios tuve a mi papá y a mi mamá que me mantuvieron en la tierra en momentos así. Hoy estoy viva y si, estoy cansada, muy cansada, estoy marcada físicamente por tanto tratamiento, tengo secuelas, y a veces recuerdo momentos horribles. Pero hoy estoy viva...