cols="40" rows="2">

Quirófano y viaje en camino

El próximo viernes 28 viajo a Miami nuevamente. Es la primera vez que me pone feliz entrar en un quirófano. Me pasa esto porque la operación va a terminar con un dolor que me tiene muy molesta hace un tiempo. A medidados de Octubre me harán una descompresión de tobillos en Baltimore. Otra ciudad nueva para conocer. Esta operación viene a cerrar un año de mucho ir y venir y de mucho cambio. Empecé el año en Miami, después empecé la facultad en Argentina, la dejé y viajé a Minnesota, volví a Argentina, empecé a trabajar y ahora me toca dejar mi trabajo para viajar nuevamente. Por un lado me alegro de no haber seguido estudiando porque tarde o temprano esto iba a pasar y se me iba a interrumpir todo. Pero bueno me da lástima dejar mi trabajo también, que tanto me gusta. Este año me toca entender que estaba destinado ser así. Como he dicho en otro momento, mi enfermedad tiene muchas secuelas para el cuerpo y la mente y hay que dedicarle tiempo por tiempo indefinido. Cada día que pasa todo está mejor, pero hay ciertas cuestiones que debo atender para seguir estándolo. Pasaré un par de meses en Estados Unidos hasta recuperar mi movilidad y cuando vuelva ya en fines de noviembre mas o menos haré mis resoluciones para este año y el que viene.

Duelo y sorpresa

Este fin de semana conmovió la noticia sobre el deceso de la hija de Pampita y Benjamín Vicuña. Una nena de tan sólo seis años se fue al cielo y muchos medios hablaron del tema. No puedo entender ni ponerme en el lugar de Pampita porque no soy madre pero me angustió mucho la noticia y me puse mal cuando se cuestionó la existencia de Dios en algunos programas. 
Dios no se trata de que nos den todo en la vida y que todo sea como queremos. Dios decide llevarse a alguien por motivos importantes que uno de este lado no puede entender. Sé que es difícil decirle a una madre que pierde a su hija de 6 años esto, pero Dios es el mismo que te ayuda a salir adelante. Me pregunté si pensaba eso porque yo me curé y le estoy agradecida a Dios y me di cuenta que no, porque recuerdo muy bien momentos en los que hablé con Dios de la posibilidad de irme al cielo y no estaba enojada con él, sino que le expresé que si el pensaba que era lo que tenía que pasar, que lo haga. Cuando uno no entiende lo que pasa o por qué pasa se le hecha la culpa a Dios, pero hecharle la culpa es aceptar que Dios existe. No sé qué piensa Dios cuando se lleva a niños al cielo o a gente inocente, pero estoy segura que lo hace para el bien de ellos. Varias veces escribí sobre mi creencia sobre laa vida después de la muerte. Sigo sosteniendo que los que se van, sólo se van físicamente y están allá arriba mejor que nunca. Algún día yo voy a estar allá y todo ser humano también y seguro ahí me sonría y piense "yo siempre lo supe" cuando sea más feliz que nunca y mi alma sea eterna. Vuelvo a decir que hay que celebrar la vida. Este blog se llama Maria en el juego de su vida por todo lo que digo. La vida física es un juego, y lo ganamos cuando nos vamos de esta tierra. Por eso veo la muerte como un proceso necesario para ser feliz. 
EL título de esta entrada dice sorpresa. Sorpresa fue lo que me llevé el viernes pasado cuando recuperé algo que pensé que estaba perdido. Como he puesto anteriormente, después del transplante perdí el ciclo menstrual y probablemente la posibilidad de tener hijos. No definitivamente pero según los médicos lo más probable. El viernes mi período volvió. Me sentí como cuando tenía 12 años y menstrué por primera vez. Me emocioné y me sonreí. Me siento mujer otra vez y aunque no sepa si puedo tener hijos o no, esto es un paso que hacía falta para al menos tener esperanza. Después de un año y medio mi sistema reproductor volvió a vivir y eso me da una idea de recuperación, de normalidad. Es raro escribir sobre algo tan personal pero más allá del hecho quería expresar la felicidad de que mi cuerpo se vaya normalizando de a poco. Se puede volver a ser normal después de todo.

Argentina: futuro incierto

No quiero subestimar a los Argentinos y pensar que no son concientes de lo que esta pasando. He oído a mucha gente decir que las cosas van a empeorar por la falta de educación. A pesar del esfuerzo de este gobierno por maleducar a los jóvenes, soy una fiel creyente de los ciudadanos y de su capacidad para decir basta. Creo que de hecho, no es lo mismo la Argentina de hace un año, donde el 54% le decía que sí a un modelo, que la de ahora, donde escucho más seguido las cacerolas y el discontento de la gente. Conteplando la idea de quedarme en mi país, quiero creer que vamos a cambiar, que vamos a dejar nuestros intereses a un lado y que vamos a hacer un parate con toda la ridiculez y empezar a avanzar como país. Quiero que los jóvenes vayan a la escuela y que aprendan los valores. Quiero un país justo, pero para todos. No solo para aquellos que tienen menos acceso económico sino también para empresarios. Quiero una democracia con todas las letras y que nosotros seamos quienes limitemos el poder de quienes nos representan. Ya no creo que en las palabras de la señora presidente, se vea reflejado lo  que pensamos la mayoría de los argentinos. Pero está en nosotros, los argentinos, como pueblo decirle que no a tanto autoritarismo. Quiero creer que todav[ia existe la libertad de expresi[on donde podamos ver el otro lado de la moneda ya sea en programas televisivos (lanata) o diarios (clarin). Si de verdad queremos que las cosas cambien tenemos que pensar realmente la próxima vez que vayamos a emitir nuestro voto.