cols="40" rows="2">

Vuelta de Londres, cómo me siento y un poco más

Hola a todos disculpen mi pausa de una semana pero como sabrán me fui a Londres con mi mamá 8 días. Como diije antes de irme, fue un viaje que siento que necesitaba hacer con mi mamá, muy fortalecedor para las dos. Fuimos a descansar y decidíamos qué hacer cuando nos levantabamos. No hicimos turismo ya que las dos ya concoemos. Hicimos lo que se nos ocurría en el momento. Fuimos a diferentes mercados de antiguedades, de compras por la Oxford street, tomamos el famoso British Tea y fuimos a varios restaurantes que encontré por internet y todos buenísimos. 
No nos apuramos en nada, hicimos todo a mi ritmo ya que caminamos bastante y yo me canso facilmente pero parabamos a tomar algo cada vez que lo necesitaba. Nos divetimos mucho y es la primera vez que no llego cansada de un viaje. Descansé mucho y la pasé bien. 
Habiendo ya pasado 15 meses desde mi transplante muchas cosas van mejorando. Lo más notable es mi piel que ya está casi libre de manchas excepto por las manos que tardan más. Mi energía se recupera de a poco pero desde que trabajo siento que manejo mejor el ritmo y voy recuperandome. Mis defensas están totalmente recuperadas y eñ GVHD mejoró un 50% en mi lengua y ya siento el sabor de la comida (cosa que antes no). Estoy tomando calcio y vitamina D para mis huesos ya que tengo necrosis en mis dos tobillos. Mis uñas están fuertes (por el calcio) y mi pelo ya está creciendo normalmente.
Quería resumir un poco cómo me siento para mostrar el avance y la recuperación del cuerpo. En una semana vuelvo a mi trabajo (para los que no sabes, soy profesora de inglés en un colegio) y todavía mis planes de estudiar en Miami están indefinidos aunque tenga casi todos los trámites en camino. 
En lo que va del año siento que el balance es totalmente positivo ya que aunque tuve que cometer algunos errores para acomodarme a la vida normal, me ayudaron mucho para encaminarme. Hoy, amo mi trabajo y miro hacia adelante con más planes.

Londres después de todo

El 25 de enero del 2009 volví de Londres después de pasar un mes con mis amigas. A pocos días me diagnosticaron cáncer en los ganglios. Siempre me pregunté si tenía que ver con mi viaje el hecho de que me haya enfermado, hoy sé que no. Los que me conocen saben que Londres es mi ciudad en el mundo y he ido varias veces. Pero además de no poder volver por mi tratamiento, tenía miedo de volver por miedo a que me vuelva la enfermedad. 
Pasado mañana comienzan las vacaciones de invierno de mis alumnos y tengo dos semanas de vacaciones. La falta de pasajes a miami hizo que no pueda ir a mi casa de allá. Pero espontáneamente dije: Quiero ir a Londres. Saqué los pasajes hoy y reservé el hotel hoy. Pasado mañana salgo del trabajo y me voy al aeropuerto. Mi mamá y yo, las dos solas a mi ciudad favorita. Ya que las dos conocemos la ciudad por completo, nos dedicaremos a pasear por las distintas zonas de la ciudad, los parques, los mercados. Mi mamá y yo necesitábamos esto para el bien psíquico de las dos. Creo que vamos a pasar una semana mmuy fortalecedora. 
Ojalá cuando llegue a Londres me emocione tanto como lo hice cada vez que fui. No tengo miedo y sé que todo va a estar bien.

Teoría sobre la muerte

La muerte es una de las pocas cosas que todo ser humano va a experimentar en algún momento de su vida. No solo la de uno mismo, sino la de seres queridos, amigos, conocidos, etc. La verdad gracias a Dios nunca perdí a alguien demasiado cercano a mí, salvo mis abuelos. No me imagino lo que la muerte de un padre o madre, hermano/a, esposo/a, mejor amigo/a puede llegar a ser. Mucho menos la muerte de un hijo. Pero nunca me gustó el clima que se crea al partir una persona. No pretendo que los seres queridos estén de fiesta ni sonrientes pero me gustaría que se empiece a celebrar la vida de la persona más que lamentarla. Sobre todo la gente que se va de grande con una vida entera detrás de ellos. Si creen en Dios sabrán que los que se van parten a encontrarse con él y a vivir en el paraíso, entonces me gustaría que cuando alguien parte del mundo terrenal se festeje su partida a un lugar mejor. No hablo de hacer una fiesta, hablo de transformar la angustia en emoción y la tristeza en esperanza.
Hoy mi mamá me comentó que hace un tiempo falleció una compañera de lucha que luchó mucho tiempo contra la Leucemia. Es la cuarta luchadora que fallece que conocí. Primero fue Katy, después Romi y después Marce. Mi mamá lo sabía hace un tiempo pero no quiso decirmelo. Se me llenaron los ojos de lágrimas porque pensé que ella estaba bien, que estaba ganándole a su enfermedad, pero me siento a pensar y celebro su vida. Con este cielo despéjado miro hacia arriba y sé que ella está ahí. Que cuida de su hijo y su esposo las 24 hs del día y que se siente mucho mejor de salud. Allá no existen las enfermedades. Seguramente se haya encontrado con personas conocidas. Sé que Carmen esta en paz. Y sé que si se fue es porque Dios consideró que era el momento. La necesitaba. Así como en su momento Dios me dijo que no era mi momento y que había muchas cosas que yo debía hacer en este mundo para irme, Dios sintió que Carmen ya había cumplido con las de ellas. Me pone contenta saber que el día que me toque partir a mí sea hoy o en 70 años, me voy a encontrar con todas las personas que se fueron antes que yo y va a ser para siempre.
Recordemos que la vida es un juego, de eso se trata este blog. Morir habiendo hecho las cosas bien es ganarlo. Yo sigo jugando y no sé cuándo terminaré pero estoy segura que voy a ganar.