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La vida después del cáncer


Si están leyendo esto es porque o me conocen y les gusta lo que escribo o el tema en particular les llamo la atención. La vida después del cáncer es parte de la enfermedad. Es la recta final. Si ponen en Google “vida después del cáncer”, se darán cuenta de las miles de páginas con recetas para vivir después del cáncer. Me han llegado a dar folletos en los distintos hospitales, con ilustraciones.
La vida post cáncer no está escrita en ningún lado. No hay pasos a seguir ni recetas para vivir mejor. Cada uno se conoce y sabe cómo quiere vivir su vida luego de pasar por una enfermedad como el cáncer. Yo tengo una lista de prioridades en las que me concentro para poder seguir adelante que no están en orden de importancia.
Lo primero es el volverse a plantear la vida con la mirada cambiada. Seguramente antes de la enfermedad tenían sueños o deseos que hayan cambiado con el transcurso de ésta. Bueno, es un buen momento para aprovechar sentarse y pensar, ¿qué quiero hacer?, ¿hacia dónde voy?, ¿con quién quiero estar? Otra cosa que hay que tener muy en cuenta es el cuerpo. La quimioterapia destruye todo, lo bueno y lo malo. Destruye las células cancerígenas pero también las que no lo son. El cuerpo necesita tiempo para recuperarse. Las células poco a poco se van recomponiendo y se empiezan a reproducir nuevamente. Ahí empieza a crecer el pelo, la piel empieza a mejorar, nuestro organismo funciona mejor. El cáncer no es una gripe o un resfrío que con unos días de descanso te recuperas. Sobre todo si como yo, pasaste muchos tratamientos en un lapso de tiempo. Años de castigo al cuerpo y la mente necesitan años de recuperación. Por eso cuando uno vuelve a su vida “normal”, por así decirlo, debe tener en cuenta que no se vuelve al 100%. Es como si tuviéramos una batería que fue totalmente descargada. Bueno, uno vuelve con poca batería, y con poca batería hay que cuidar de ella para recargarla hasta que se complete. Menos de un año pasó desde mi transplante y mi energía está a un 40% diría yo. Entonces si yo me levanto a las 7 de la mañana y una persona que nunca se enfermó también, probablemente yo necesite más de 14 horas de sueño cuando ella con 7 está bien. Porque tengo la mitad de energía y necesito el doble para recuperarla. Entonces, yo me decidí a estudiar en la universidad pero entiendo que si estoy ahí de 8 a 13 cuando llego a mi casa tengo que almorzar y dormir 3 horas de siesta. Tengo que tratar de no salir en la semana y estudiar los fines de semana ya que voy a acumular más energía. No puedo hacer todo al mismo tiempo. Si mi prioridad es estudiar tengo que sacrificar otras cosas.
Es muy importante tener en cuenta todo esto cuando uno se cura de una enfermedad tan destructiva como el cáncer. Saliendo de mi ejemplo algunos consejos para todos en general son: Si querés empezar a hacer deporte y estuviste mucho tiempo sin hacerlo, empezá caminando unos minutos por día, después aumentá a 15 minutos y luego a media hora. Con el tiempo vas a poder ir aumentando la intensidad pero vas a ver que los primeros días caminás 4 minutos y te cansás. Es importante hacer 4 comidas al día y no preocuparse por hacer una dieta baja en calorías ya que el cuerpo necesita de TODOS los nutrientes y eso incluye la grasa para poder recomponerse y para poder tener energía. Después de todo, los alimentos calóricos son los que nos proveen de ésta. Si estás volviendo a tu actividad de estudio o trabajo, hacelo de a poco. Primero empezá yendo día por medio, o menos horas e intentá no hacer otra cosa durante el día. Las actividades sociales se pueden posponer por un tiempo. Tené en cuenta que ya sea en el trabajo o en el estudio con un comprobante médico que confirme tu situación tenes el derecho de disponer tu tiempo para volver a la rutina.
Esos son mis consejos para todos aquellos que estén volviéndo a suis vidas cotidianas. Tomen las cosas con calma, no se apuren.

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