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Las dos Marías

Cuando uno está enfermo, la gente en general se fija cómo luce uno para asumir si esa persona está bien o no. A esta altura ya estoy acostumbrada a que me pregunten... ya estás curada? o que digan Maria Terzian se curó solo porque me ven bien. O piensan que porque tengo pelo no estoy más enferma, se que mas de uno se lo planteó. Lo cierto es que en la mayoría de los casos en donde me veo bien, las cosas no están de la misma manera. Una cosa es la María que yo le muestro al mundo y otra es la que puertas para adentro sólo un círculo muy íntimo conoce. Ésa es la María que se deprime y no quiere hacer otra cosa más que dormir y llora porque tiene miedo del porvenir.Ella es la que está medicada por varias razones psiquiátricas. Las dos son la misma persona pero se muestran diferente frente a distintas personas. Ahí está. No soy de piedra. Incontables veces dormí con mi mama para sentirme segura, lloré encerrada en el baño preguntándole a Dios cosas que no tienen respuesta y hasta me descargaba en mi hermana de la nada, quien en su momento pensó que era ella la que me hacía llorar jaja. Al principio de este año sufrí una depresión profunda. Dormir parecía ser lo único que sabía hacer. No vi la luz del día por semanas y me tenía que levantar de la cena porque de tanta angustia lloraba y ni podía comer. Mis papas y mi hermana me acompañaban cada uno a su manera. Agus(mi hermana) intentaba aconsejarme para que cambiara de actitud a una más positiva, mi mama trataba de utilizar el humor para hacerme sentir mejor y mi papa entendió que yo sólo quería compañia y así fue como todas las noches se sentaba junto a mí a mirar tele hasta que yo me durmiera. Justo a tiempo, botineras y animales sueltos. Esa era la rutina. A veces todavía no lograba dormir y mirábamos esos progamas que llamas y jugas donde una chica te dice que llames sin parar. Hemos probado y todo jaja.

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