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Había una vez...(parte 4)

Me interné un lunes y ese mismo día me hicieron una punción de médula osea, me insertaron un cateter en el pecho y me dieron la primera sesion de quimio. Nunca había estado en un quirófano. Cuando tereminó la operación, sali en silla de ruedas y me largué a llorar. No me gustó para nada, había sido solo con anestecia local y pude ver y escuchar todo. Ese día fue demasiado por ser la primera vez. Esa noche mi mama se quedó a dormir conmigo y durmió literalmente en una silla toda la noche. Al otro día fui a casa. El enfermero no paraba de preguntar si tenía nauseas, yo no entendía por qué pero no, no las tenía. (ja!). La primera noche en casa me pasó algo muy feo. Me levante en el medio de la noche y tenía muchas ganas de vomitar. Me descompensé en el baño. Todo era muy nuevo, no conocía los efectos de la quimio y no estaba preparada. Pensar que en aquel entonces llamaba a mi médico cada vez que vomitaba, y hoy es algo normal. En ese entonces decidí dejar la facultad. En realidad no fue una decisión tan rápida sino que al principio intenté hacer algunas materias pero fue ahi cuando me di cuenta que mi salud tenía que ser mi prioridad y dejé la facultad con esperanzas de volver el próximo semestre ya curada. Luego de 6 quimios (tres meses) se me iba a hacer un estudio llamado PET para ver si ya estaba curada ya que mi enfermedad no parecía ser muy agresiva cuando la encontraron.

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